Beatriz Oliete Galiano, responsable del departamento de Proyectos Internacionales en la Fundación Laboral de la Construcción, es experta en proyectos de formación, inclusión y sostenibilidad cofinanciados por programas de la Unión Europea.
Licenciada en Sociología y máster Prevención de Riesgos Laborales en la especialidad de Ergonomía y Psicosociología, cuenta con más de 16 años de experiencia en varios campos: investigación cualitativa y cuantitativa en las áreas de empleo y mano de obra, formación y competencias, asuntos y políticas sociales, prevención de riesgos y género; y más de 40 investigaciones realizadas.
Hablamos con ella sobre Construye 2030, un proyecto que se centra en tres objetivos: relanzar la Plataforma Nacional de Cualificación; detectar las necesidades de formación que existen en el sector en su transición hacia la sostenibilidad y proponer medidas que aborden dichas necesidades y que promuevan la atracción de otros profesionales al sector, especialmente a jóvenes y mujeres.

Beatriz, ¿podrías darnos una visión general del proyecto Construye 2030 y su importancia para el sector de la construcción?
A través del proyecto ‘Construye 2030’, cofinanciado por el programa Life Clean Energy Transition de la Comisión Europea, que es la cuarta iniciativa BUILD UP Skills en España, se ha buscado determinar y analizar qué competencias son necesarias para que los profesionales de la construcción puedan abordar la transición energética del sector y, de forma general, concienciar al resto de la ciudadanía sobre la importancia de crear edificios de consumo de energía cero y de la utilización eficiente de los recursos.
Para este fin, a través del proyecto ‘Construye 2030’ seis entidades españolas heterogéneas (representantes sectoriales, la Administración Pública, miembros de la comunidad científica y educativa, y los agentes sociales), lideradas por la Fundación Laboral de la Construcción han llevado a cabo un Statu Quo donde se analiza la situación actual del sector y recoge las necesidades formativas actuales y futuras para lograr el rendimiento energético de los edificios y contribuir al cumplimiento de los objetivos climáticos europeos de la Agenda 2030.
A raíz de este documento se publicó una Hoja de Ruta de formación con medidas propuestas para responder a la necesidad de profesionales formados y cualificados en el ámbito de la construcción ‘eco’ y sostenible.
Paralelamente se (re)lanzó la plataforma ‘Red Construye’, un espacio colaborativo dedicado a la formación para el sector, donde se comparte documentación relevante, encuestas y reuniones con agentes sociales y personas expertas en construcción, formación, sostenibilidad y del ámbito científico.

Durante el evento Iniciativas de formación y empleo para una construcción sostenible, celebrado en julio de 2024 en el COAM, se mencionó un «Statu Quo» del sector. ¿Qué aspectos destacarías de este análisis inicial?
El Statu Quo es un documento en el que se recoge el estudio sobre el panorama actual del sector de la construcción en España, realizado por los socios a lo largo de más de un año, donde se describen las últimas novedades y estrategias nacionales, la contribución del sector a los objetivos climáticos y donde se analiza la respuesta del sistema de educación a la demanda de competencias verdes.
En el Estudio se recoge el análisis de los agentes, voces representativas del sector de diversos perfiles y ámbitos de trabajo (educativo, político, administrativo, social y medioambiental) sobre la oferta educativa de FP y universitaria/máster relacionada con las energías renovables, la eficiencia energética, las tecnologías digitales y la construcción con criterios de sostenibilidad, en general. Incluyendo las barreras (de recursos, administrativas, propias del sector y educacionales o estructurales) que condicionan la formación sectorial.
¿Cuáles son los resultados más importantes del informe que se ha elaborado?
El informe es una foto real, pormenorizada y muy actualizada de cómo es el sector de la construcción en España, incluyendo la legislación y estrategias nacionales para lograr la sostenibilidad del parque inmobiliario, estadísticas, proyectos relevantes relacionados, las lagunas competenciales de la mano de obra para alcanzar los Objetivos 2030, las barreras que encuentra la construcción en su camino hacia la descarbonización, y el sistema educativo y formativo a nivel nacional en este ámbito.
En cuanto a la oferta formativa en eficiencia energética y el uso de energías renovables en el sistema de FP y universitario/máster, en el informe se recoge la consulta realizada a personas expertas que coinciden en que no es adecuada. En este sentido, afirman que es dispersa y, en ocasiones, demasiado genérica; aunque valoran más positivamente la ofertada por la FP considerando necesario un mayor enfoque práctico.
Con relación a la formación sectorial se percibe que la oferta de la formación en eficiencia energética y el uso de energías renovables necesita un mayor grado de alineación a determinados puestos de trabajo, así como mayor peso de la parte práctica.
En el Estudio se ha valorado, de forma pormenorizada, la vinculación e importancia de los diferentes perfiles profesionales que intervienen en una obra con relación a la eficiencia energética y los sistemas de energía renovable. Apreciando una mayor vinculación en aquellas relacionadas con la instalación de aislamiento térmico de edificios, de producción de energía renovable, bombas de calor y aerotermia, y de células fotovoltaicas.

Uno de los objetivos de ‘Construye 2030’ es determinar qué competencias serán necesarias para abordar la transición energética en el sector de la construcción. ¿Qué hallazgos del informe destacarías en relación con la sostenibilidad y dichas competencias?
Los Objetivos de sostenibilidad energética marcados por la Unión Europea para 2030 plantean que las personas trabajadoras de la edificación han de adquirir nuevas competencias o actualizar las existentes. Esto requiere un esfuerzo formativo que afecta a toda la cadena de valor del sector de la construcción, por lo que en el informe hemos analizado el grado de integración de competencias relacionadas con el uso de energías renovables, eficiencia energética y edificios de consumo de energía casi nulo en la oferta de formación del país.
En relación con la acreditación de las competencias a través de la experiencia, las personas expertas consultadas han afirmado que servirá para justificar las competencias existentes y el reconocimiento de las cualificaciones de los/as trabajadores/as. Para ello, ven fundamental trabajar en un modelo de formación continuada, especializada y multidisciplinar, que permita una mejor integración de las novedades que surjan en el sector (EE y RES, industrialización, uso BIM, etc.), y que facilite la incorporación del alumnado al mercado laboral. Ponen de manifiesto la dificultad de compaginar trabajo y formación. Como parte de las soluciones aportadas está la oferta de microcompetencias o microcredenciales y la evaluación de todas las formaciones.
Así mismo, las personas expertas consideran relevante destacar como barrera, el poco desarrollo de la estructura generada para las familias profesionales del sector de la construcción y afines en el ámbito de la formación reglada. Y, como hándicap, la escasa presencia de grados y centros donde cursar este tipo de formación.
También durante el evento se mencionó que un 30% de los trabajadores del sector se jubilará para 2030. ¿Qué impacto se prevé que tenga esta situación en la construcción y cómo se está preparando al sector para esta transición?
Efectivamente, además se prevé que, como parte de la Oleada de renovación que se ejecutará en España para el 2030, se generarán entre 33.000 y 88.000 nuevos puestos de trabajo más, lo que conlleva una necesidad de formar y actualizar las competencias de las personas trabajadoras en nuevos sistemas constructivos, tecnologías, la introducción de la eficiencia energética en el diseño o la adaptación de las edificaciones a nuevas condiciones climáticas.
En total, se estima que entre 2024 y 2030 se necesitarán en España en torno a 436.719 personas ocupadas en profesiones altamente relevantes para la eficiencia energética.
Para conseguir superar este bache y atraer mano de obra cualificada a la construcción, se han lanzado políticas e iniciativas europeas (muchas de ellas traspuestas o aplicadas en España) para integrar a jóvenes y mujeres al sector. Un ejemplo de ello es el Pacto Europeo por las Competencias, que tiene como objetivo apoyar a las organizaciones públicas y privadas en la mejora y adquisición de nuevas habilidades, para que profesionales puedan prosperar a través de la doble transición verde y digital.
El Pacto por las Competencias en la Construcción fue suscrito el 8 de febrero de 2022 por los interlocutores sociales europeos del sector de la construcción, FIEC (European Construction Industry Federation) y EFBWW (European Federation of Building and Woodworkers), en cooperación con EBC (European Builders Confederation). Este acuerdo tiene la ambición de mejorar la cualificación y recualificar al menos al 25 % de la mano de obra de la construcción de la UE (3 millones de personas trabajadoras) entre 2022 y 2027, mediante la creación de asociaciones sólidas, el seguimiento de la oferta/demanda ocupacional y la anticipación de las necesidades de conocimientos y habilidades.

Hablemos ahora de titulaciones. ¿Qué análisis se han realizado sobre las titulaciones de formación profesional y universitaria relacionadas con la construcción sostenible? ¿Se han hallado datos destacables?
En el informe se ha analizado la formación relacionada con el uso de energías renovables, eficiencia energética y los edificios de consumo de energía casi nulo en el sistema educativo y de formación continua en ambos niveles.
En este sentido, se ha comprobado que la oferta del sistema de Formación Profesional o FP, tanto de formación formal como de no formal, está compuesta por cursos dirigidos exclusivamente a operarios/as especializados/as y mandos intermedios (encargado/a de obra, por ejemplo). Mientras que la oferta del sistema universitario, tanto de formación formal como de no formal, consta de títulos cuyos egresados son los que desempeñan las actividades de diseño y elaboración de proyectos, de inspección o asesoría de construcción de sistemas constructivos, que en España son principalmente arquitectos/as, arquitectos/as técnicos/as, e ingenieros/as de diversas especialidades.
Esta realidad pone de manifiesto la necesidad de que la cuestión ‘eco’ o sostenible sea una materia transversal en toda la formación en construcción, lo que ayudará que de manera genérica la formación sectorial sea más atractiva, con mejor y mayor reconocimiento.
Y tirando de este hilo, ¿qué ocupaciones emergentes creen que serán clave en el sector de la construcción en los próximos años?
Gracias a la consulta de personas expertas, en el informe se han identificado perfiles emergentes y relevantes de cara a alcanzar los objetivos sostenibles, los cuales han sido diferenciados en dos niveles.
Por un lado, en relación con los perfiles correspondientes al segmento de personas trabajadoras en oficina se identifica al gestor/a de rehabilitación del proceso energético que tendría capacidad de gestión desde varios enfoques y trato con diferentes actores, el gestor/a de comunidades energéticas que tendría un perfil multidisciplinar, y el puesto de personas expertas en Certificación energética.
Por otro lado, en relación con los perfiles correspondientes al segmento de trabajadores/as de obra se han identificado el puesto de especialista en estructuras del edificio que se encargaría del encofrado o de sistemas alternativos, y de estructuras que no supongan el empleo masivo de hormigón o que utilicen reutilizados.
En relación a los ya profesionales, ¿qué perfiles han identificado como los más necesitados de formación adicional?
Poniendo el foco en la eficiencia energética y el uso de energías renovables, las personas expertas consideran que actualmente los puestos más demandados en tareas de ejecución en obra son los relacionados con los procesos de instalación (fontanería, electricidad, climatización…).
Sin embargo, consideran que, tal y como hemos reflejado en el informe, esto es insuficiente y que también se debería poner el foco en los/as técnicos/as superiores que intervienen en una obra (diseñadores/as, proyectistas…) ya que se detectan lagunas competenciales en este ámbito. Por ello, en el Statu Quo defendemos que es necesario informar sobre las actividades productivas del sector de la construcción, así como dar difusión y publicidad a las ocupaciones del sector más demandadas en el ámbito de la construcción sostenible y la rehabilitación energética.
Respecto a cualificaciones. ¿Cuáles son las principales barreras que enfrenta el sector en términos de cualificación?
En términos de cualificación en eficiencia energética y uso de energías renovables hemos encontrado diferentes barreras que van desde el desconocimiento sobre la oferta formativa existente en la actualidad en dicho ámbito que en ocasiones está motivada por la escasa difusión, pasando por la falta de atractivo que tiene el sector de la construcción en el imaginario social, hasta llegar a la falta de financiación público-privada que dificulta el acceso a la formación.
Además, es importante señalar el hándicap que supone la estructura actual del sector, formada en su mayoría por pymes que, en muchas ocasiones, no disponen de los recursos organizativos necesarios para favorecer la formación de sus trabajadores/as o de ellos/as mismos/as en esta materia, pues el esfuerzo administrativo y productivo es mayor que para el de una empresa grande.

¿Qué estrategias proponen para superar estas barreras y garantizar una mano de obra cualificada y adaptada a las necesidades futuras?
Entre las medidas aportadas para superar dichas barreras, las personas expertas consultadas coincidieron en que la financiación pública es un importante impulso para mejorar el acceso a la formación en materia de eficiencia energética y uso de energías renovables. Por lo que sería deseable que existieran convocatorias extraordinarias dirigidas específicamente al sector y financiadas para cubrir las necesidades de formación y cualificación en estas materias. Además de lograr una mayor flexibilidad en el horario para formación, así como una disminución en el número de participantes mínimos que se necesitan para poder llevar a cabo los cursos subvencionados y la (re)modelación de los modos de impartición de cara a asegurar la continuidad de los ciclos formativos.
En lo que se refiere a la estructura del tejido empresarial, los/as expertos/as afirmaron que si bien la realidad es la que es, las pymes cuentan con asociaciones empresariales, asesorías y consultoras que realizan el trabajo de mantener a las empresas actualizadas en términos de formaciones necesarias.
Todo ello nos presenta un futuro esperanzador en el que la construcción aplique las soluciones necesarias para acercarse a los Objetivos climáticos.
Poniendo la vista en el futuro, ¿cómo se prevé que el sector de la construcción evolucione en los próximos años en términos de sostenibilidad y eficiencia energética?
Por todo lo dicho, se prevé que el sector de la construcción transite hacia un modelo más sostenible y ecológico que ayude a respaldar los compromisos europeos asumidos por España para 2030 y recogidos en la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética. Todo ello supondrá un aumento de al menos 436.719 personas ocupadas en profesiones altamente relevantes para la eficiencia energética en total, entre los años 2024 y 2030, lo que repercutirá en una (re)modelación del sistema educativo y de formación que tendrá que adaptarse para ofrecer nuevas oportunidades laborales en el marco de este nuevo paradigma productivo que busca impulsar la transición hacia una economía sostenible, resiliente y baja en emisiones de gases de efecto invernadero.
Entrevista de Beatriz Oliete, responsable del departamento de Proyectos Internacionales en la Fundación Laboral de la Construcción, en la revista especializada NAN Arquitectura.