El cambio de educación en España ya se está produciendo. Si hace años la única opción de estudios superiores era la Universidad, ahora la Formación Profesional se está consolidando y cada vez más jóvenes se decantan por esta educación.
Según el Informe Datos y Cifras del curso escolar 2020/21, del Ministerio de Educación y Formación Profesional, las matriculaciones en FP crecieron un 75 %, pasando de 537.571 estudiantes matriculados en 2009-2010, a 934.204 en este curso 2020-2021. Por ello, desde el Gobierno se está preparando una nueva ley de FP para “impulsar reformas estructurales”, con el fin de «atender las necesidades no sólo de la formación de los jóvenes, sino de los ciudadanos que requieren formación y cualificación intermedia”, según la ministra Isabel Celaá.
Existe un hecho contrastado que marca una gran diferencia entre FP y la Universidad: “La FP ofrece una mayor especialización y una mayor vertiente práctica; también hay mucha más interacción con la empresa«, explica Gonzalo Jaén, docente en el Centro Integrado de Formación Profesional Zonzamas, Arrecife, Lanzarote.
Actualmente, el objetivo es conectar las nuevas titulaciones con las profesiones más demandadas y que marquen los nuevos tiempos, como es el caso de ámbitos como la digitalización, el internet de las cosas, el 5G o la inteligencia artificial.
La tasa de ocupación en 2019 de la FP se situó en el 68,2 % y fue especialmente elevada en los ciclos de Grado Superior, con el 71,8 %
De hecho, la inserción laboral de este modelo formativo también va en aumento: la tasa de ocupación en 2019 de la FP en conjunto se situó en el 68,2 %, y fue especialmente elevada en los ciclos de Grado Superior, con el 71,8 %, según los datos de Dualiza Bankia en su Observatorio de la Formación Profesional en España.
Por todo ello, la Formación Profesional se presenta como un elemento indispensable y un modelo educativo apropiado para poder afrontar las transformaciones tecnológicas, económicas y geopolíticas que están teniendo lugar en el mundo, al combinar enseñanza con trabajo, teoría con práctica.
No obstante, expertos en educación y representantes de los distintos sectores de la FP señalan algunas necesidades urgentes que la formación profesional requiere para desarrollarse y consolidarse. Las propuestas se realizaron en un webinar organizado recientemente por el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP), dentro de la iniciativa denominada «Nueva Ley de Formación Profesional. Más FP, más futuro», para la elaboración de la nueva normativa de FP.
“Aquellas empresas que más titulados en FP tienen y más formación para sus empleados dedican son las que tienen mejores resultados en productividad e innovación”
Entre las medidas que deben estar contempladas en la futura ley de FP destacaron:
- Compromiso a tres bandas entre gobiernos, empresas y sociedad. Antón Costas, catedrático de Política Económica de la Universitat de Barcelona, aboga por “un nuevo contrato social por la FP, donde los gobiernos recobren su interés por la economía productiva, y así la FP recobraría el prestigio social que necesita para ser vista como el modelo educativo ideal para enfrentarse a los retos del siglo XXI».
- Flexibilidad en el acceso a la FP, el inicio de curso, los criterios de homologación, las condiciones para otorgar una titulación, y la plantilla del profesorado. Fernando Marhuenda, catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Valencia, añadió que, junto con la flexibilización y el dinamismo, la formación profesional necesita que se mejore la especialización, lo que demanda una transformación tanto del currículum y de la organización de los centros en los que se imparte esta modalidad formativa.
- Orientación profesional, clave en todo el proceso formativo. Señala el catedrático Fernando Marhuenda, la necesidad de tener una estructura estable y de apoyo, así como presupuesto, para poder atender a las personas y ayudarlas a construir su proyecto de vida y profesional en un mundo cambiante como el actual.
- Mayor planificación de la formación, para que la orientación sea más efectiva. Según Marhuenda, la orientación debe ayudar, más que a fomentar la empleabilidad, a aclarar las posibilidades de carrera profesional de las personas, que es un proceso de toma de conciencia individual y también colectiva.
- Reforzar la relación entre la FP y las empresas, especialmente las pymes, donde está menos presente, siendo el tejido empresarial más predominante en España. Para Mónica Moso, responsable del Centro de Conocimiento e Innovación de Fundación Bankia, la Formación Profesional aporta valor al mundo de la empresa; “aquellas empresas que más titulados en FP tienen y más formación para sus empleados dedican son las que tienen mejores resultados en productividad e innovación”.
El próximo webinar que organiza el Ministerio para dar voz a la comunidad educativa sobre la nueva Ley de FP se llevará a cabo hoy jueves, 25 de febrero, a las 11:00 horas, y estará enfocado a la «Formación Profesional Dual. Un reto inmediato». Participarán: el consejero de Empleo y FP de la embajada de Alemania en España, Jan Böning; el director del departamento de Educación y Formación de CEOE, Juan Carlos Tejeda; la secretaria de Empleo, Cualificación Profesional y Migraciones de CCOO, Lola Santillana; y la directora del C.P.I.F.P. Montearagón, Marga Botaya.
Fuente: Ministerio de Educación y Formación Profesional, Educaweb, El Economista.