Francis Kéré, el arquitecto burkinés ganador del Pritzker 2022

Kéré pertenece a un escaso grupo de promotores no inversores que promueven el cambio social. Su elección como ganador del premio Pritzker supone un cambio de paradigma en la historia de este premio y una transformación radical en la escala de valores de la arquitectura. Una forma diferente de ejercer la arquitectura en distintas latitudes del mundo, adaptándose a las técnicas locales y a la escasez de recursos. Compromiso social y métodos participativos son sus señas de identidad.

“Para avanzar, las personas necesitan inspiración: necesitan edificios que mejoren su creatividad y les empujen a tomar su futuro en sus propias manos”.

“Para avanzar, las personas necesitan inspiración: necesitan edificios que mejoren su creatividad y les empujen a tomar su futuro en sus propias manos”.

Hijo primogénito del jefe de un poblado en Gando (Burkina Faso), Diébédo Francis Kéré se graduó como arquitecto con 30 años, en 2004. Nunca olvidó el calor que pasó durante sus primeras clases en el colegio de Tenkodogo, construido con bloques de hormigón. Se convirtió en promotor mientras estudiaba arquitectura, y levantó la primera Escuela Primaria de Gando, con una idea fija en la cabeza: que los alumnos no pasaran calor. Hoy, la escuela alberga a 700 estudiantes.

Desde entonces, su trayectoria profesional no ha hecho más que crecer. La Fundación Kéré eV ha contribuido a la creación de una infraestructura en Gando, en Burkina Faso. Tienen proyectos en el ámbito de la educación, el medioambiente y la salud. Comprometidos en construir y compartir conocimiento, abarcan un amplio espectro de proyectos, desde infraestructuras cívicas hasta instalaciones temporales, desde el concepto hasta la ejecución.

Instituto de Tecnología, en Koudougou (Burkina Faso).

Instituto de Tecnología, en Koudougou (Burkina Faso).

El año pasado, Kéré culminó en Kenia el Campus del Lions Club, una residencia para estudiantes de tecnología de la información, especialmente diseñada para protegerse del sol y rebajar la temperatura del inmueble.

Su proyecto más actual es la construcción de un parlamento en Porto-Novo, la capital de Benín, y ya ha proyectado otro para la capital de su país, Uagadugú.

Dicen los expertos que en sus obras nada sobra, y que su diseño, conmueve. Al ganar el Pritzker, Kéré declaró que esperaba empujar a la gente a soñar y arriesgarse, a tomar el futuro en sus propias manos. “Todos merecen calidad, todos merecen lujo y todos merecen consuelo. Estamos interrelacionados y las preocupaciones sobre el clima, la democracia y la escasez son preocupaciones comunes a todos nosotros”.

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Adiós a Richard Rogers, padre del Museo Pompidou, del edificio Lloyds o la T4 de Barajas

“La arquitectura crea refugio y transforma lo ordinario. La buena arquitectura civiliza y humaniza, la mala arquitectura brutaliza”, escribió Richard Rogers (Florencia, 1933) en su libro A Place for All People (‘Un lugar para todos’). Esta semana se ha conocido la noticia del fallecimiento, a los 88 años de edad, del creador de construcciones icónicas como el Centro Pompidou de Francia, inaugurado en 1977, y que ideó junto al italiano Renzo Piano, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo o el emblemático edificio Lloyds en la City de Londres.

Obras como las Bodegas Protos de Peñafiel o la conversión de la Plaza de las Arenas de Barcelona son parte del legado que deja en España este humanista de la arquitectura; pero, sin duda, la más célebre es la terminal T4 del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid–Barajas, inaugurada en febrero de 2006. Un proyecto, desarrollado en colaboración con el estudio del español Antonio Lamela, que destaca por la forma ondulada de su cubierta y sus pilares de colores con el orden de tonalidades del arcoíris. Por esta obra recibió el Premio Stirling de arquitectura, el más importante en territorio británico, que concede cada año el Royal Institute of British Architects (RIBA).

Paradójicamente, Richard Rogers muere el mismo año en el que el aeropuerto de Barajas cumple 90 años. La T4 fue una de las grandes obras llevadas a cabo dentro del aeródromo madrileño. Un proyecto que culminó el 4 de febrero de 2006, con la puesta en marcha de una nueva área terminal, que incluye la actual T4 y su edificio satélite, la T4S; con más de 750.000 metros cuadrados y capacidad para 35 millones de pasajeros al año y dos pistas, que pueden acoger hasta 120 vuelos por hora.

T4 del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid – Barajas

T4 del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid–Barajas.

El crítico de The Guardian, Oliver Wainwright, no dudó a la hora de destacar la terminal madrileña como uno de sus más importantes legados arquitectónicos: «Con sus techos de bambú ondulante y el arcoíris de las columnas, estamos ante un edificio en el que uno quiere quedarse, en vez de querer escapar como en todos los aeropuertos».

Pionero de la arquitectura sostenible y de alta tecnología

Rogers y el también referente de la arquitectura Norman Foster son conocidos como los líderes de una generación de arquitectos nacidos en la década de 1930 que ayudaron a dar forma a los paisajes modernos de Londres, París, Hong Kong o Nueva York.

Defendía como única fórmula de ciudad sostenible la ‘ciudad compacta’, que ha marcado hitos en la historia de la arquitectura contemporánea. Su defensa del rendimiento energético y de lo sostenible ha dejado huella en la profesión.

El arquitecto ganó a lo largo de su carrera varios premios por sus diseños, incluido el Premio Pritzker, considerado el Nobel de la Arquitectura, en el 2007, y fue uno de los pioneros del movimiento arquitectónico ‘high-tech’ (alta tecnología), que se caracteriza por incorporar materiales industriales como el vidrio y el acero a las estructuras.

Centro Pompidou de Francia.

Centro Pompidou de Francia.

Miembro de la Cámara de los Lores desde 1997, despedimos a un inmenso arquitecto, urbanista, empresario y humanista. Su legado será recordado por muchas generaciones futuras, y sin duda una infinita fuente de inspiración para todos.


Fuente: ABC y El Español.
Foto: Msn.

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La huella de Zaha Hadid en España

El pasado 31 de marzo fallecía Zaha Hadid, una mujer que triunfó en un mundo tradicionalmente masculino y fue considerada la mejor arquitecta del mundo.

Zaha Hadrid

Fotografía de Zaha Hadrid Arquitects

Nació hace 65 años en Bagdad y su pasión por la arquitectura fue alimentada desde pequeña, al haber crecido en uno de los primeros edificios de diseño Bauhaus de la ex colonia británica. En 1972 decidió mudarse a Londres para ingresar en la Asociación de Arquitectura y en 1979 montó su propio estudio en la capital inglesa. Durante los años 70 y principios de los 80, no era común ver a una mujer trabajando en un mundo predominantemente masculino. Sus creaciones sobre papel eran consideradas utópicas e inconstruibles.

Pero en 1993 pudo demostrar que sus ideas no eran imposibles al construir la estación de bomberos de Vitra, en Weil am Rhein (Alemania). Poco después vinieron otras construcciones, como el Centro de Ciencia Phäno en Wolsfurburgo (Alemania), la estación de tranvías de Estrasburgo (Francia), o el Museo de Arte de Cincinnati (Estados Unidos), trabajos que le granjearon fama mundial. En 2004 se convirtió en la primera mujer laureada con el prestigioso Premio Pritzker. En los últimos años, la arquitecta no paró de crear. Cabe destacar el Centro Acuático de Londres para los Juegos Olímpicos de 2011.  Además, tenía entre manos la renovación del frente marítimo de Estambul y el diseño de un estadio para Qatar 2022.

En España, estaba en ejecución su proyecto de renovación y reestructuración de Zorrozaurre, un barrio de Bilbao, que quería convertir en isla, así como el edificio de los Juzgados de lo Civil en la varada construcción el Campus de Justicia de Madrid.

La creación estrella de Hadid en nuestro país fue el Pabellón Puente de la Expo de Zaragoza de 2008, un espacio interactivo cerrado que atraviesa el río Ebro para formar una entrada a la Expo, un híbrido entre pasarela peatonal y pabellón de exposiciones. Su fluido y dinámico diseño representaba el lema de la Expo: “Agua y desarrollo sostenible”.

Proyecto Zorrotzaurre | Fuente: Zaha Hadid Aequitects

Proyecto Zorrotzaurre | Imagen de Zaha Hadid Aequitects

Pabellón Puente Expo Zaragoza 2008 | Fotografía de Zaha Hadid Arquitects

Pabellón Puente Expo Zaragoza 2008 | Fotografía de Zaha Hadid Arquitects

 

 

 

 

 

 

También levantó una ampliación de las bodegas Viña Todonia de López de Heredia en Haro (La Rioja). En Madrid, participó, en la creación del Hotel Silken Puerta de América, aportando su toque futurista al diseño de la primera planta. En Vizcaya, además del macro plan para Zorrozaurre, Hadid también diseñó la estación de Euskotren en Durango.

Pero, desgraciadamente, no todas sus ideas pudieron llegar a buen puerto en nuestro país. En Sevilla proyectó su novedosa visión sobre la Biblioteca Universitaria, que comenzó a construirse en el Prado de San Sebastián, una zona verde cuya catalogación se cambió para permitir la ejecución del proyecto. Esta decisión fue denunciada por los vecinos de la zona, que ganaron la batalla legal. La Universidad de Sevilla gastó cuatro millones de euros, que se vieron reducidos a escombros, y la ciudad se quedó sin una firma de referencia de la arquitectura internacional.

Otro proyecto de la arquitecta que también se vio truncado fue la Torre Espiral de Barcelona, un edificio de 11 plantas romboidales, que debería haber sido el símbolo del campus Besòs, pero que la crisis se llevó por delante.

Zaha Hadid estaba muy agradecida al Guggenheim de Bilbao, diseñado por su colega Gehry, a pesar de que ella llevaba décadas firmando proyectos rompedores cuando se inauguró. En una entrevista dijo: “El Guggenheim abrió la puerta. Tenía que abrirla un hombre. A mí no me hubieran dejado. Por eso estoy agradecida. Gracias a ese proyecto he podido construir”.

Zaha Hadid proyectos España

De izda. a dcha: proyectos de Bodega Viña Tondonia, Biblioteca Universitaria de Sevilla y estación de Euskotren | Zaha Hadid Arquitects

 

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