Bruselas estrena la Torre Astro, el edificio sostenible más alto de Europa, diseñado por una firma española

A principios de este mes se inauguraba en Bruselas el edificio sostenible más alto de Europa. Se trata de la Torre Astro, un rascacielos de 113 metros de altura y 41 plantas.

El estudio del arquitecto español Carlos Lamela ha sido el encargado de diseñar la rehabilitación de este edificio construido en 1974 por el arquitecto Albert Donker. El proyecto comenzó en 2010, con el propósito de preservar la esencia de la antigua construcción.

Y aunque se conserva la estructura de la torre anterior, se sustituyeron las fachadas por otras para ganar en luminosidad y conseguir el control energético del edificio. Además, éstas se prolongaron en las últimas plantas para lograr una mayor sensación de esbeltez.

La Torre Astro es un edificio «verde» en términos de ahorro y consumo energético, ya que se ha conseguido reducir su consumo de energía en un 90% y el gasto en calefacción en un 60%. Estas cifras prueban la consecución del objetivo de que el rascacielos absorbiese el máximo de energía exterior y emitiese la menor posible.

torre astro

La Torre Astro, en Bruselas | Fuente: Estudio Lamela

La mejora del aislamiento y el triple vidrio con control de factor solar de sus fachadas evitan pérdidas de energía. Además, el edificio cuenta con sistemas de climatización eficientes como techo radiante y dispone de cubiertas vegetales que resguardan la torre de las temperaturas exteriores y también contribuyen a su eficiencia energética.

Por todo ello, el rascacielos recibió la acreditación belga de edificio pasivo, la certificación Bâtiment Passif 2014 y 2015, que corrobora que es un edificio prácticamente autosuficiente desde un punto de vista energético.

La torre, de 52.627 m2 de superficie, albergará la sede central de Actiris, un organismo público belga que se encarga de ayudar a encontrar empleo en la región de Bruselas. Este proyecto ha tardado alrededor de seis años en materializarse y ha supuesto una inversión del 55 millones de euros.

 

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Qué son las “casas pasivas” y sus ejemplos en España

Desde hace unos años,  y con previsiones de quedarse, se ha introducido un nuevo estándar dentro del sector de la construcción. Una tendencia reciente, asimilada cada vez más, tanto por los profesionales como por los ciudadanos y que tiene como objetivo reducir el consumo energético. Hablamos de las casas pasivas o Passivhaus.

University Network for Architectural and Sustainability (Unaus), que trabaja en colaboración con la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, las definen como: “Edificaciones que no necesitan energía para mantener el confort interior (temperatura, calidad y renovación del aire…) o que tienen unos requerimientos de energía mínimos”.

Actualmente se entiende por “casa pasiva” el edificio que cumple con los requisitos marcados por el “Passivhaus Institut” de Alemania, instituto pionero, encargado de cuantificar y valorar los principios que deben cumplirse.

casa arias  Roncal casa pasiva Passivhaus

Casa Arias, (Navarra) construida según los estándares Passivhaus.

La base de este concepto recae en la creación de edificios que generen más energía de la que consumen, obteniendo edificaciones que no sólo son más respetuosas con el medio ambiente, sino que también afectan de manera positiva en el bienestar de sus habitantes.

En concreto, se trata de construcciones autosuficientes que cuentan con proporciones geométricas especialmente diseñadas para la mejor utilización de la energía existente, desde la que emite el cuerpo humano o máquinas eléctricas, hasta la que entra por las ventanas o la de la propia Tierra.

Para un correcto funcionamiento, los edificios de energía cero deben cumplir con una serie de instalaciones mínimas que regulen la temperatura interior del edificio:

–          Un buen aislamiento térmico.

–          La eliminación de puentes térmicos para evitar las fugas de frío y calor.

–          Ventanas orientadas hacia el sur  y termoaislantes para captar los rayos solares.

–          Un sistema de intercambiador de calor, para la refrigeración del aire.

De esta manera conseguimos optimizar el consumo de energía y ajustarnos a las cifras que exige la certificación Passivhaus, donde la energía primaria renovable en una casa pasiva no debe superar los 60 kWh/( m²a).

Fenómeno local con repercusión internacional

Para poder profundizar en el término “Passivhaus” es necesario hacer un recorrido en la trayectoria de estas construcciones.

El primer prototipo Passivhaus tiene su origen en los años 90 en  Alemania. Esta casa se construyó con el objetivo de demostrar que era posible edificar en Centroeuropa una casa que tuviese un consumo muy bajo de energía y fuese capaz de mantener una temperatura estable durante todo el año, ajustándose a los diferentes cambios climáticos.

El resultado fue un edificio de cuatro viviendas adosadas, localizado en Darmstadt (Alemania), que, tras cuatro años de monitorización, resultó cumplir con los parámetros de consumo energético y confort interior.

Tras la creación del Passivhaus Institut, en septiembre de 1996, en la misma ciudad, este estándar comenzó a extenderse a nivel mundial. Se estima que ya se han construido más de 50.000 viviendas en todo el mundo, según la Plataforma española de Edificación Passivhaus (PEP).

Rumbo a España

Aunque pequeña, pero significante, España también ha contribuido a formar esa cifra de 50.000 viviendas. Desde 2009, se han construido numerosas casas que cumplen el estándar Passivhaus. Granada y Navarra fueron las primeras Comunidades Autónomas en construir viviendas 100% “pasivas” y con certificados Passivhaus en 2010 y 2011.

Casa Vega - Casa Pasiva - Passivhaus

Casa Vega, de los arquitectos Duque y Zamora cuenta con el estándar Passivhaus. Fuente: Plataforma PEP.

Respecto al número de edificios que cuentan con la certificación en España, según la plataforma PEP, se desconoce el número exacto, ya que “el estándar Passivhaus es una filosofía abierta y no se pretende que se certifiquen todos los edificios que se construyen, sino que se aplique el estándar para que los edificios funcionen proporcionando un alto confort para el usuario”.

A día de hoy existen dos empresas certificadoras en España: Energiehaus S.C.P y Vand Arquitectura. Entre las construcciones que han certificado destacan algunas, como  la primera casa pasiva certificada en Madrid, construida por la empresa 100x100madera, en la sierra de Guadalix, o la casa unifamiliar del constructor Farhaus, en Castellterçol, considerada la primera passivhaus con certificación en Cataluña.

Otros ejemplos de inmuebles que cuentan con esta certificación son las viviendas de obras nuevas, situadas en las localidades Jungitu (Álava), Villanueva de Pría (Asturias) o el ejemplo reciente de la vivienda Lairhaux en Collsuspina (Cataluña). Esta construcción se caracteriza no sólo por cumplir con los requisitos de energía casi nulos, sino por su composición de materiales ecológicos, como la paja y la madera.

Casa Farhaus Passivhaus

Casa Farhaus, con certificación Passivhaus. Fuente: Plataforma PEP.

En definitiva, las “casas pasivas” son una tendencia innovadora al alza, que se está consolidando,  ya que uno de sus principales objetivos es construir energéticamente sostenible y reducir el consumo de energía, una demanda cada vez más creciente entre los ciudadanos, las empresas constructoras y las propias administraciones públicas.

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