Hace menos de un mes, la empresa Tesla, dedicada a la fabricación de coches eléctricos, presentaba un novedoso producto llamado a revolucionar la industria de eléctrica y abaratar la factura de luz de nuestro hogar. Son las baterías Powerwall desarrolladas a través de tecnología Ion-Litio y que permiten almacenar la energía eléctrica procedente de fuentes renovables, como por ejemplo, los paneles solares instalados en las viviendas.
Un producto pionero en el mercado que ha sido muy bien acogido en EEUU. La primera semana tras su anuncio por parte de la compañía ya había recibido 38.000 reservas de la Powerwall.
Con una garantía de 10 años y un coste que oscila entre los 3.000 y los 3.500€, estas baterías están pensadas para ser instaladas en la vivienda y enganchadas a paneles fotovoltaicos. Por el momento, Tesla ha desarrollado una batería de 10 kWh dirigida a proveer suministro de energía de reserva cuando se cae la red principal, y otra de 7 kWh para el uso diario, que permite conectarse a la batería cuando no haya suministro natural de los paneles solares
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) dependiente del Ministerio de Industria, una casa en España necesita 826 kWh, y en un día 27 kWh de media, por lo que no sería suficiente con una batería Powerwall. Pero Tesla ha ideado un soporte especial que facilita unir hasta 9 baterías.
El oferta es escasa y el mercado aparentemente muy numeroso. La semana pasadaleíamos que Daimler, matriz de Mercedes-Benz, va a lanzar próximamente sus propias baterías para los hogares, también procedentes de su investigación con baterías de iones en sus coches eléctricos. Casualidad o no, puede que este sea el principio de la revolución eléctrica en nuestros hogares. Eso sí, si la regulación de los estados los permite.