La construcción está hoy en boca de todos. No solo por ser el segundo sector económico generador de empleo en nuestro país, por detrás de la agricultura, sino porque vive un momento de transformación hacia una industria más digital, sostenible, eficiente, innovadora, profesionalizada y segura, y necesita atraer talento joven para hacerlo posible.
El desconocimiento es muchas veces el culpable de la falta de atracción de nuestro sector. La construcción abarca infinidad de profesiones: desde las más tradicionales hasta las que han ido apareciendo como consecuencia del desarrollo y la evolución de la construcción. Pero, ¿cuáles son las más demandadas?
En el documento ‘Construcción, un sector generador de empleo y con alta demanda de jóvenes profesionales’, elaborado por la Fundación Bertelsmann y la Fundación Laboral de la Construcción, se apunta que actualmente los perfiles más demandados por el sector son:
- Albañil.
- Electricista de la construcción.
- Pintor y empapelador.
- Encofrador y especialista de puesta en obra de hormigón.
- Técnico en construcción.
- Operador de grúa.
- Operador de excavadora.
- Mantenedor de edificios.
- Montador e instalador de placas de energía solar fotovoltaica.
- Instalador de fontanería y calefacción.
- Solador alicatador.
Estas profesiones se concentran fundamentalmente en cuatro subsectores de actividades principales: la edificación residencial, dedicada a edificios de uso, sobre todo, familiar; la edificación no residencial, siendo aquellas construcciones no dedicadas a la residencia como centros comerciales, hospitales, oficinas…; la rehabilitación y el mantenimiento, desde donde se rehabilitan y mantienen edificios independientemente de su uso; y la obra civil, encargada de la construcción y el mantenimiento de carreteras y vías urbanas, infraestructura ferroviaria, presas, canales, aeropuertos, puertos, líneas de metro, etc.
¿Cómo acceder a estas profesiones?
La forma de acceder a estas profesiones con el mayor grado de conocimiento teórico y práctico, es posible gracias a los ciclos formativos. En la Formación Profesional en materia de construcción encontramos actualmente ciclos formativos de Grado Medio (Construcción y Obras de Interior, Decoración y Rehabilitación) y Grado Superior (Organización y Control de Obras de Construcción; Proyectos de Edificación y Proyectos de Obra Civil).
La implantación paulatina de la Formación Profesional Dual en el sistema educativo permite a los alumnos, por un lado, adquirir en el aula los conocimientos teóricos necesarios, y por otro, llevar a cabo prácticas en empresas relacionadas con el sector que les acerquen a la realidad del trabajo.
Las ventajas de cursar este tipo de formación son muchas: recibir una formación adaptada a la realidad empresarial; obtener el título oficial de técnico o técnico superior con un año de experiencia; recibir una remuneración y estar dado de alta en la Seguridad Social, o tener más oportunidades de quedarse en la empresa donde ha recibido la formación.
Según apunta este documento, la situación de transformación en la que se encuentra inmersa la construcción ha llevado a la industria a ser más digital, sostenible, eficiente, innovadora, profesionalizada y sobre todo, más segura. Además, la construcción se encuentra en permanente desarrollo donde aparecen nuevos materiales y técnicas que permiten la especialización, una especialización a la que solo se puede acceder a través de la formación.
