La historia de hoy la protagoniza un alumno cántabro muy perseverante. Carpintero de profesión, en el año 2011, con 30 años, Miguel se quedó en el paro. Como muchos en su situación, tiró de contactos, visitas a empresas y acudió a pedir información a “esa Fundación con la que una vez hice un curso de prevención de riesgos laborales”. Vieja conocida donde ya había realizado un curso de prevención.
Cuando llegó a la Fundación Laboral de la Construcción no dudo en participar en el Programa Integral de Empleo. A través de él, se apuntó al curso básico de PRL de 60 horas y la parte específica para Montadores de Estructuras de Madera. Además recibió orientación laboral y coaching. Presentamos su CV a varias empresas y hoy Miguel está trabajando como carpintero en una empresa de estructuras de madera. Nosotros le ayudamos a logras su meta pero, su principal medio para conseguirlo fue su capacidad de trabajo y su actitud positiva.
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